memoria

El olvido está tan lleno de memoria
que a veces no caben las remembranzas
y hay que tirar rencores por la borda.
Mario Benedetti
los rotos (con Anne Sexton)

Todas las divisiones son mentira
salvo la que divide los cuerpos en dos
grupos incomprensibles entre sí.
Aquellos que se han roto y los que no.
Los rotos no pedimos demasiado:
que se nos quiera, sí,
que los que no han vivido la fractura
tengan paciencia
si mascullamos viendo las noticias
o hacemos el amor
con un poco de miedo.
Entenderás, entonces, ciertas cosas.
Por qué en casa las tazas no se tiran
y por qué a veces quiero
estar solo después de que suene un portazo.
Los ritos de los rotos, amor mío.
ademanes que espero que no comprendas nunca.
Ben Clark
si pudiera decirte

EL tiempo dirá tan sólo: “ya te dije”
Sólo el tiempo conoce el precio que hemos de pagar;
Si yo pudiera decírtelo, te lo haría saber.
Si debiéramos sollozar cuando los payasos hacen su número,
Si debiéramos tropezar cuando tocan los músicos,
El tiempo diría tan sólo “ya te lo dije”.
No hay fortunas que predecir, no obstante,
Porque te amo más de lo que puedo expresar
Si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
Los vientos deben venir de alguna parte cuando soplan,
Debe haber razones por las que las hojas se pudren;
El tiempo dirá sólo “ya te lo dije”..
Tal vez las rosas realmente quieren crecer,
Tal vez la visión quiere en verdad permanecer;
Si pudiera decírtelo, te lo haría saber.
Supongamos que los leones se levantaran todos y se fueran,
Y que todos los arroyos y los soldados huyeran;
¿Dirá el tiempo algo que no sea ya te lo dije?
Si pudiera decírtelo te lo haría saber
W.H. Auden
qué ruido tan triste

parece como el viento que se mece en otoño
sobre adolescentes mutilados,
mientras las manos llueven,
manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,
cataratas de manos que fueron un día
flores en el jardín de un diminuto bolsillo.
Las flores son arena y los niños son hojas,
y su leve ruido es amable al oído
cuando ríen, cuando aman, cuando besan,
cuando besan el fondo
de un hombre joven y cansado
porque antaño soñó mucho día y noche.
Mas los niños no saben,
ni tampoco las manos llueven como dicen;
así el hombre, cansado de estar solo con sus sueños,
invoca los bolsillos que abandonan arena,
arena de las flores,
para que un día decoren su semblante de muerto.
Luis Cernuda
aprender

Lo mejor para las turbulencias del espíritu, es aprender. Es lo único que jamás se malogra. Puedes envejecer y temblar, anatómicamente hablando; puedes velar en las noches escuchando el desorden de tus venas, puede que te falte tu único amor y puedes perder tu dinero por causa de un monstruo; puedes ver el mundo que te rodea, devastado por locos peligrosos, o saber que tu honor es pisoteado en las cloacas de los espíritus más viles. Sólo se puede hacer una cosa en tales condiciones: aprender.
Marguerite Yourcenar. Sources II (Gallimard, 1999)
pensamiento, coaches, predicadores, gurús…

«Puede apreciarse una ansiedad de fondo en el núcleo mismo del pensamiento positivo. Si fuera cierto que las cosas van realmente a mejor y que la tendencia del universo es siempre hacia la felicidad y la abundancia, ¿por qué habríamos de molestarnos en pensar de forma positiva? Hacerlo es reconocer que no nos creemos del todo que las cosas vayan a mejorar por sí solas. La práctica del pensamiento positivo se dirige a reforzar tal creencia frente a las muchas pruebas que la contradicen. Por su parte, quienes se autodesignan instructores de esta disciplina –los coaches [entrenadores], predicadores y gurús diversos– definen su ejercicio con términos como “autohipnosis”, “control mental” o “control de pensamiento”. En otras palabras: se trata de algo para lo que es necesario autoengañarse, así como esforzarse sin pausa en reprimir o bloquear lo indeseado y los pensamientos “negativos”. Quienes de verdad tienen confianza en sí mismos, o quienes de alguna forma han llegado a sentirse conformes con el mundo en el que viven y con su destino, no necesitan emplearse al máximo en censurar y controlar lo que piensan. El pensamiento positivo puede que sea una actividad eminentemente made in USA, muy asociada en la mente de los estadounidenses con su éxito en tanto individuos y en tanto nación; pero se sostiene sobre una terrorífica inseguridad. (…) Así que yo mantengo cierto respeto hacia ese espíritu calvinista (o, en sentido más amplio, esa ética protestante), que te dice que hay que ser fuerte, que se basa en la autodisciplina y no confía en la aceptación incondicional de un dios amoroso. Pero también conozco algo de sus tormentos (aunque en mi caso se vieron mitigados por mi padre, que era de origen irlandés): el trabajo, trabajar de firme, de forma productiva, en algo que se vea y que el mundo pueda notar, era nuestra única plegaria y nuestra salvación, tanto contra la pobreza como a modo de refugio contra una vida sin sentido, aterradora. « Barbara Ehrenreich Sonríe o Muere (fragmento) |
cercare

E ti vengo a cercare
Anche solo per vederti o parlare
Perché ho bisogno della tua presenza
Per capire meglio la mia essenza
Questo sentimento popolare
Nasce da meccaniche divine
Un rapimento mistico e sensuale
Mi imprigiona a te
Dovrei cambiare l’oggetto dei miei desideri
Non accontentarmi di piccole gioie quotidiane
Fare come un eremita
Che rinuncia a sé
E ti vengo a cercare
Con la scusa di doverti parlare
Perché mi piace ciò che pensi e che dici
Perché in te vedo le mie radici
Questo secolo oramai alla fine
Saturo di parassiti senza dignità
Mi spinge solo ad essere migliore
Con più volontà
Emanciparmi dall’incubo delle passioni
Cercare l’Uno al di sopra del Bene e del Male
Essere un’immagine divina
Di questa realtà
E ti vengo a cercare
Perché sto bene con te
Perché ho bisogno della tua presenza
Franco Battiato
al alba…Samaniego
Con la orejas gachas
Y la cola entre piernas,
Se llevaba un Raposo
Un Gallo de la aldea.
Muchas gracias al alba,
Que pudo ver la fiesta,
Al salir de su casa
Juana la madruguera.
Como una loca grita:
«Vecinos, que le lleva;
Que es el mío, vecinos.»
Oye el Gallo las quejas,
Y le dice al Raposo:
«Dile que no nos mienta,
Que soy tuyo y muy tuyo.»
Volviendo la cabeza,
La responde el Raposo:
«Oye, gran embustera,
No es tuyo, sino mío;
Él mismo lo confiesa.»
Mientras esto decía,
El Gallo libre vuela,
Y en la copa de un árbol
Canta que se las pela.
El Raposo burlado
Huyó; ¡quién lo creyera!
Yo, pues a más de cuatro,
Muy zorros en sus tretas,
Por hablar a destiempo,
Los vi perder la presa.

…

Bajo la luz quemada…
Bajo la luz quemada,
tienen frío los ojos con que buscas
estas horas de octubre
y su jardín manchado de ginebra,
hojas secas, silencios
que de nosotros hablan al caerse.
Porque si ya no existe,
aunque nadie se ocupe de sus solemnidades,
hay noches en que llega la verdad,
ese huésped incómodo,
para dejarnos sucios, vacíos, sin tabaco,
como en un restaurante de sillas boca arriba
ya punto de cerrar.
-Nos están esperando.
Nada sé contestarte,
sólo que soy consciente de mi propia ironía,
porque el hombre es un lobo también consigo mismo
-Nos están esperando.
Negras y en alto, buitres silenciosos,
nos esperan las nubes en la calle.
Luis García Montero
tu ausencia nos deja helado el corazón

«Después, al regresar con ella al lugar donde el pasado no existía, porque siempre era ahora, y ahora siempre estaba empezando a ser, comprendí del todo el significado de algunas palabras, tú, yo, sólo, nunca, antes, nada, conmigo, porque me sentí unido a esa mujer como si los dos fuéramos una sola cosa y el todo por fin un número entero, exacto, escrupulosamente igual a la suma de las partes.»
EL CORAZÓN HELADO.- ALMUDENA GRANDES
palabras
Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.

Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.
…
Luis García Montero
la incertidumbre

Defensa de la incertidumbre
contacta@_infolibre.es @quiquepeinado
Publicada el 18/08/2021 a las 06:00Actualizada el 18/08/2021 a las 09:54
Me explicaron una vez que a veces la gente que no sabe lidiar con la incertidumbre, como por ejemplo yo, se crea en su cabeza escenarios a futuro para instalarse en ellos y dejar de sufrir. En mi caso, me creaba escenarios siempre funestos, negativos, los más negros posibles, en los que sufría como un perro pero al menos no tan terriblemente como en el escenario de no saber qué va a ocurrir con algo. Ojalá a mi cabeza le hubiera dado por imaginar porvenires maravillosos y vivir en una permanente ilusión, pero no, a mí me tocó esta cabeza y me pasaba la vida sufriendo.
Ahora intento no hacerlo, o, al menos, si me voy a meter en la cabeza una situación inventada, intento que sea el mejor augurio posible. «No conviene hacerse ilusiones porque luego te pegas la hostia«, estará pensando quien lea esto. Sí, es verdad. Pero voy a dar mi opinión al respecto, que para eso esta columna es mía: te hagas ilusiones o no, la hostia te la vas a pegar exactamente igual si vienen mal dadas. Lo mismo. Así que, puestos a fabular, sé optimista: por lo menos disfrutas del camino.
En cualquier caso, creo que no es la mejor solución la de ser optimista cuando no sabes cómo te van a venir dadas. Este sería, cuando se consigue (que en mi caso está lejos de ser siempre), convivir con la incertidumbre. Saber decir «bueno, lo que tenga que ser, será» y coger la taza de café y seguir bebiendo mientras ves la tele.
Defender la incertidumbre no es lo mismo que apostar por la despreocupación o la insolidaridad, aunque reconozco que estoy a dos crisis vitales de hacerlo porque todo lo que sea evitarme sufrimiento a mí me viene muy bien. También es, claro, cuestión de clase: es más fácil defender la incertidumbre cuando lo que está en juego no es si podré pagar la universidad de mis hijos o el alquiler del mes que viene. Pero, en cualquier caso, se gana una increíble calidad de vida cuando dejas de pensar en lo que no puedes solucionar y, sobre todo, cuando dejas de ponerte en lo peor. Esto sí que lo puedo decir yo porque lo he comprobado, y también lo escribo porque creo que vale más que los insultos que proferiría hacia Grande-Marlaska si esta columna fuera sobre política.
No sé por qué nos cuesta tanto defender la incertidumbre o, en el siguiente escalón, por qué está tan denostado el optimismo. Supongo que parte es un mecanismo de defensa, otra parte es no saber lidiar con el fracaso (en unas vidas, la tuya y la mía, en la que fracasas muchísimas más veces que triunfas) y la última que nos gusta ver caer a los demás y tratamos de no caer nosotros cuando nadie nos ve. No lo sé. ¿Veis? Decir «no lo sé» es terapéutico, asumir que no tienes ni idea de lo que va a ocurrir es sano, vivir sin certezas es un viaje incómodo pero sorprendentemente ligero. Ojalá saberlo todo, pero no todos podemos ser Sánchez Dragó. Por mi parte, máxima desconfianza ante quienes afirman sin pestañear que saben hacia dónde va el mundo y extraordinario respeto para los que se encogen de hombros. La hostia se la van a dar los dos, pero los segundos han vivido mucho más felices.
amores que serán rocas

«Puede el hombre, si quiere, conducir su deseo por vena de coral o celeste desnudo.
Mañana los amores serán rocas y el Tiempo una brisa que viene dormida por las ramas.»
Federico García Lorca, que nació #TalDíaComoHoy de 1898
tempo sospeso

ANDARE AVANTI
E NON GUARDARE INDIETRO.
PRENDERE DIMESTICHEZZA
CON QUESTA REALTÀ BIZZARRA.
IMPARARE LE REGOLE
CHE CI VENGONO DATE DALLE AUTORITÀ.
NON DISCUTERE NIENTE.
NON ABBRACCIARE NESSUNO.
COPRIRSI IL VISO.
NON AVVICCINARSI AGLI ALTRI.
CHIUDERE I NEGOZI.
NON USCIRE OLTRE LE VENTIDUE.
(TEMPO SOSPESO,
TEMPO SENZA TEMPO)
RIMANERE A CASA.
FARE LO SMART WORKING.
NON AVERE RAPPORTI CON GLI AMICI,
NEANCHE CON I FIGLI.
SPERARE INTANTO SI PERDE LA SPERANZA.
SCORDARSI I PIANI E I GODIMENTI VARI.
CAMBIARE LO STILE DI VITA.
NON CHIEDERSI NIENTE.
NON CHIEDERE A NESSUNO.
SOLO GUARDARE AVANTI
MENTRE SI RESTA FERMI.
L.M.
última luna

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.
J.L. Borges
palabras
Las palabras son barcos
y se pierden así, de boca en boca,
como de niebla en niebla.
Llevan su mercancía por las conversaciones
sin encontrar un puerto,
la noche que les pese igual que un ancla.

Deben acostumbrarse a envejecer
y vivir con paciencia de madera
usada por las olas,
irse descomponiendo, dañarse lentamente,
hasta que a la bodega rutinaria
llegue el mar y las hunda.
…
Luis García Montero
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